lunes, 2 de noviembre de 2009

Difamación en los Medios: la palabra que mata. Anat Kehati, comunidad judía




El libro del Exodo (4, 15) versa: “Tú le hablarás y pondrás las palabras en su boca y Yo estaré en tu boca y en la de él y os enseñaré a ambos lo que habréis de hacer”. Dios sabe que de la boca de Aaron y de Moisés dependerá el destino de Israel. Dios no cuida ni sus corazones, ni sus manos, ni sus pies … Dios cuida sus bocas, para que lo que hay que hacer y actuar con el resto del cuerpo sea viable.

Así también, Exodo (20, 7) versa: “No pronunciarás el nombre del Eterno, tu dios, en vano, porque no tolerará el Eterno que su nombre sea invocado falsamente” (tercer mandamiento). Exodo (20, 16) versa: “No darás testimonio falso contra tu prójimo” (noveno mandamiento). Además, el libro de Levítico (19, 16) versa: “no propalarás difamaciones entre tu pueblo”, mientras que Proverbios (18, 21) versa: “la muerte y la vida están en el poder de la lengua, y los que la emplean comerán sus frutos”, el mismo libro (21, 23) versa: “quien guarda su boca y su lengua, guarda su alma de penurias”. Me imagino que el sabio rey Salomón sabía lo que decía cuando lo dijo y cuando lo puso por escrito para la eternidad.

Nuestros sabios dijeron que hay tres transgresiones por las cuales el hombre es castigado en esta vida y no accede al mundo venidero: la idolatría, el incesto y el derramamiento de sangre inocente. Y la maledicencia abarca a todas, tiene el valor de todas ellas. Agregaron también: "quien habla y comenta con maledicencia es como si negara a Dios; como versa (en Salmos 12, 5): “a los que han dicho: “a nuestra lengua la haremos poderosa. Nuestros labios son con nosotros. ¿ Quién es señor sobre nosotros?”

Es pertinente mencionar, respecto a la importancia del uso de las palabras, que la oración “Al Jeth” que se dice varias veces a lo largo de Yom Kipur durante la “Amidá”, hace un total de 44 descripciones de pecados cometidos de los cuales 11 son relacionados al “dibur” – al habla. Es 25% del total. Me resulta interesante que 44 en letras es equivalente a מד que leído de derecha a izquierda significa “medida” “medición”. Leído de izquierda a derecha significa “sangre”.

En el estado de Israel hay leyes muy claras respecto a la difamación y la calumnia. Son leyes basadas conjuntamente en la Torah, en las enseñanzas de los sabios a lo largo de los siglos y en las modernas leyes internacionales y universales. Tomando como referencia esta breve relación de fuentes podemos afirmar que en el judaísmo al uso de la boca, la lengua y la palabra se le atribuye mucha importacia y se le dedica mucho pensamiento y estudio. Se toma en cuenta todos los aspectos posibles del uso de la palabra:



El hablar bien o mal sobre alguien, alguien vivo o ya muerto,
El hablar mal sobre alguien pero por obligación moral,
El hablar en privado o en publico o a través de los medios masivos de comunicación como lo son la prensa escrita, la television, la radio, el mundo del Internet, etc.
El hablar sobre alguien del que ya se habló y a quien ya se condenó,


Hablar siendo adulto o siendo menor, mujer o un varón,
Hablar siendo persona sana o persona enajenada.
Hablar siendo simple ciudadano o siendo figura pública con mayores responsabilidades cívicas y de liderazgo.
Hablar mal de alguien inventando o tergiversando y hablar mal de alguien pero cosas que son ciertas … o viceversa …


Y no olvidemos que también está el dejar de hablar, está la ausencia de la palabra ….. que puede ser por razones muy diversas y puede traer tanto mal como el hablar mismo.

En definitiva, las palabras tienen peso, y ellas hacen que las cosas sucedan en la realidad. Y cuando las palabras habrán de salir de nuestras bocas no podremos borrarlas ni volver atrás lo hecho tratando de restaurarlo. El sabio rey Salomón dijo (Eclesiastes 7, 1) “ el buen nombre es mejor que el ungüento más fino”, es decir es mejor que cualquier tipo de riqueza.
Pero …, no siempre podemos tener el control sobre el uso que se hace de nuestro nombre ya sea para mancillar o para ensalzar. Para demostrarlo no hace falta mas que abrir un periódico, darle vuelta al dial, zapear en la TV o cliquear en el teclado de nuestra computadora. Terminaré diciendo que es muy-muy difícil pensar antes de hablar por la sencilla razón que el contacto entre la cabeza y la boca es muy rápido. A pesar de ello, Dios nos ha dado señales para que sepamos que hay que cuidar esa boca.


Los sabios nos recuerdan que la boca es el único orificio del cuerpo que tiene dos tapaduras (por llamarlas de alguna forma): dientes y labios que encierran a este poderoso órgano.
Como mencioné antes, la Halajá judía dedica gran parte de sí para los temas de lo permitido y lo prohibido al hablar. Y es porque la fuerza de las palabras es mucho más poderosa que solo ser instrumento de conversación trivial, chismorreo café en mano, o cuchicheo social.


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Las 11 transgresones mencionadas arriba (que son parte de las 44):
Al Jeth (Amidá de Yom Kipur)
(son 11 relacionados a “dibur” y en total son 44 (מ"ד) – 20 + 12 + 12 )
por el pecado que hemos cometido ante Ti con la expresion de nuestros labios.
Por el pecado que hemos cometido ante Ti al hablar con rudeza;
Por el pecado que hemos cometido ante Ti al confesarnos sin sinceridad;
y por el pecado que hemos cometido ante Ti al profanar el Nombre de Elohim.
Por el pecado que hemos cometido ante Ti con palabras necias;
y por el pecado que hemos cometido ante Ti con impureza del habla.
y por el pecado que hemos cometido ante Ti mediante negativas y falsas promesas.
Por el pecado que hemos cometido ante Ti con maledicencias;
y por el pecado que hemos cometido ante Ti y al hablar en forma ocisosa.
y por el pecado que hemos cometido ante Ti al divulgar chismes.
Por el pecado que hemos cometido ante Ti al jurar en vano;
Por todos ellos. Oh Elohim clemente, discúlpanos, perdónanos, expía por nosotros.

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