martes, 7 de julio de 2009

Hombre, masculinidad y familia. Andrés Palencia, Iglesia Luterana Evangélica Peruana


Pastor Andrés Palencia Huertas, Pastor de la Iglesia luterana evangélica peruana (ILEP), Tengo tres preguntas que me han brindado:
1. ¿Cómo entiende su confesión de fe el concepto de hombre?
2. ¿Cómo entiende su confesión de fe el concepto de Padre?
3. ¿Cuál es la situación y rol actual del hombre y/o padre en su confesión religiosa?

Teniendo 10 minutos para exponer, voy a unir las dos preguntas últimas en una. Para ello, consideraré el siguiente marco teórico: Primero, voy abordar las preguntas desde dos disciplinas que intentaré relacionarlas, la teología y las ciencias sociales. Segundo, considero que la sociedad humana es una empresa de construcción del mundo (mundo, en esta exposición, lo uso desde una perspectiva fenomenológica y no ontológica). Y en esta empresa, la religión ocupa un lugar formativo de construcción. Mi confesión de fe, es una, entre otras; y desde allí responderé las preguntas, sin pretender agotarlas.

CÓMO ENTIENDE SU CONFESIÓN DE FE EL CONCEPTO DE HOMBRE
Considerando estos dos marcos, anteriores, puedo decir lo siguiente. Génesis 1 y 2 nos dice que Dios creó al mundo, es decir un escenario. Y en ese escenario, lo puso al ser humano para construir, producir y para cuidarlo (Gn 1,28-30; 2,15), surgiendo así, la cultura.

En esta producción el ser humano se va desarrollando se va haciendo. Va construyendo su sistema cultural, y desde ahí va a interpretar la hierofanía o manifestación de lo sagrado configurando su propio sistema cultural religioso (creencias, ritos, formas de organización, normas éticas y sentimientos por cuyo medio los seres humanos se relacionan con lo sagrado y encuentran un sentido trascendente de la vida).

En este marco ubico la pregunta ¿qué es el hombre? Si bien es cierto la Biblia no responde directamente esta pregunta, pero si encontramos elementos para brindar una respuesta. El hombre es la imagen y semejanza de Dios (Gn 1,26) Pero qué es imagen y semejanza. A lo largo de la historia ha habido muchos debates sobre los significados de estos dos términos salam (imagen) y demuth (semejanza). No pretendo cerrar la discusión ni hacer toda una historia de los debates. Pero si tengo claro que son dos imágenes simbólicas, sinónimas, tomadas de nuestro mundo sensible que por analogía lo hemos transportado a lo sagrado. Es como encontramos en los Salmos cuando dice “castillo mío” refiriéndose a Dios. ¿Es Dios un castillo? Obviamente que no. Es una figura tomada de nuestra realidad para decirnos que Dios es nuestra fortaleza, nuestra protección, etc. Los símbolos son polisémicos, y es ahí donde radica el debate por la complejidad que comporta. Me pregunto qué habrá querido decir el redactor final cuando usó estas dos palabras. Esto significa considerar el contexto del redactor, es decir de las culturas antiguas del oriente (Egipto, Babilonia, Asiria, Siria, etc). Los estudios muestran, cuando se usaba estás imágenes, los faraones y reyes se consideraban “representantes” de lo sagrado, “sus comisionados”, “sus gobernantes”. Y su valor y autoridad radicaba ahí.

Cuando en el documento sacerdotal de Gn 1, incorpora estas imágenes no lo hace reduciéndolo a los reyes y faraones, sino a toda la humanidad. Porque cuando se dice “hagamos al hombre”, la palabra “hombre” en hebreo es adam, que es un término en plural. Por tanto, el valor no solo radica para los reyes, y faraones sino para todo ser humano por ser representante de Dios. Así, pues, ¿qué es el hombre? Es la imagen de Dios, donde nadie tiene derecho de herir ni quitarle la vida, sea por su color, raza, orientación sexual, ideas, etc., porque es el representante de Dios en el mundo.

La Ciencias Sociales va decir, sin contradecir lo teológico, que el hombre es una construcción social. El hombre no nace, se hace, sobre su sexo biológico que la sociedad le va brindando. Si nace macho o varón le visten de celeste, de color amarillo o blanco, pero no rosado. Cuando es su cumpleaños, le compran juguetes como carros, pistolas, entre otras cosas, pero nunca muñecas. Le van diciendo que no tiene que jugar con muñecas, que los varones no lloran, etc. El hombre es fruto de su situación vital donde le ha tocado vivir.

CÓMO ENTIENDE SU CONFESIÓN DE FE EL CONCEPTO DE PADRE Y CUÁL ES SU ROL EN SU CONFESIÓN RELIGIOSA?
Considerando el sistema cultural religiosa de mi confesión de fe, puedo dar respuesta, desde el trabajo que Lutero hace sobre vocación (beruf). “Cualquier cristiano y cristiana que cumple su trabajo diario dentro de una profesión u ocupación, sea secular o eclesiástica, siempre está respondiendo al llamado de Dios. Sea como padre, esposo, hijo, gobernante, sirviendo a su prójimo y a su sociedad”.

Así, pues, el ser padre es una vocación, y puesta en acción, es ser fiel al llamando de Dios. No solo los sacerdotes o pastores y pastoras tienen un llamado de Dios. Toda persona es llamada para servir a su sociedad y a su prójimo. El ser padre no es un título de superioridad sobre la mujer y los hijos e hijas. Es uno más dentro de la familia y congregación. Su aporte es valorado y criticado como cualquier miembro de la familia y congregación. Su rol de guía, de orientador, etc., no es visto como un dominador o caudillo. Me quedo ahí, para seguir enriqueciéndolo a través de las preguntas.

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